Resiliencia familiar: ¿Pagarías 5 céntimos/día por la seguridad alimentaria de tu familia ante una g

500 euros sería el coste actual estimado por la AEPCCE (Asociación Española de Protección Civil para el Clima Espacial y el EMP) para la preparación de una despensa familiar (4-5 miembros) que permitiese mantener la seguridad alimentaria en medio de una gran emergencia durante, al menos, 3 meses.
La conservación estimada de tales suministros en conserva y otros formatos no perecederos (no dependientes de refrigeración) sería de, al menos 4 años, con lo que la amortización resultante (el precio pagado por cada uno de esos días de seguridad) sería de 34 céntimos de euro/día.
Es decir, al destinar ahora esos 500 euros estás pagando 34 céntimos cada uno de esos próximos 1461 días.
Y cada elemento cuyo consumo preferente fuese superior a los 4 años (esto es, consumo preferente superior a Mayo de 2021, pues la duración media de conservas es en realidad, entre 4 y 6 años, y hemos tomado la peor amortización como referencia, sólo 4 años) la amortización resultante (el precio/día) es aún menor.
Dos factores de corrección.
- El primer factor de corrección a tomar en consideración es que el anterior cálculo se basa en una compra de 500 euros de conservas que, llegados los 1461 días, se dona a algún comedor social, banco de alimentos, Cáritas o similar.
Es decir, transformamos nuestra pequeña inversión en seguridad alimentaria familiar en responsabilidad social hacia otras familias cuya seguridad alimentaria esta lamentablemente amenazada ya hoy, sin necesidad de ninguna gran emergencia. Y eso es una gran opción.
Pero la realidad es que, debido al fuerte incremento apreciable en los últimos años en el precio de los alimentos (lo que ha llevado a estimar que los alimentos doblarán su precio en 2030, 100% de incremento, en torno a un 5% anual ), nuestra reserva se "revalorizará" modestamente durante su vida útil.
Es decir, la realidad es que esos 500 euros invertidos hoy, tendrán un coste de unos 525 euros en Mayo del que viene, de unos 550 en Mayo de 2019, y supondría cerca de 575 euros en 2020; en Mayo de 2021, dentro de 4 años, comprar una tal cantidad equivalente de comida supondrá cerca de 600 euros. Esto quiere decir que, si, por ejemplo, a inicios de 2021 pasas tu despensa de reserva a tu despensa de consumo y lo vas incorporando durante 6 meses hasta Mayo - Junio de 2021 estarás ahorrando dinero respecto del precio de esos mismos productos adquiridos en el mercado.
Salvo que se esté pasando alguna situación de dificultad no es habitual consumir lentejas en lata, etc en el día a día. Pero las conservas relativas a botes de judías verdes, espinacas, y otras verduras u otras como las mermeladas, el aceite, atunes y caballas, el café o la pasta, sí que lo son con total normalidad.
Lo que supone que en torno a 2/3 - 4/5 de nuestras reservas (de este tipo de reserva) pueden ser pasadas a nuestro consumo cotidiano... a un precio menor que si bajamos a por esas mismas judías o atún en lata al supermercado!.
Si tal fuera el caso, y entre 2/3 - 4/5 de la reserva fuese incorporada a nuestro propio consumo, y donado lo restante (a lo que realmente nosotros no le podemos dar uso habitual en el común de los casos), hablamos de unos 380 euros, cuyos productos equivalentes habrían subido en torno un 15% en 3 años y medio hablaríamos de un valor de sustitución de unos 435 euros, con lo que la "pérdida" a amortizada en esos 4 años sería de 65 euros, 4,4 céntimos/día.
De modo que si, finalmente, hasta 2/3 -4/5 de la compra inicial de esos 500 euros de suministros alimentarios no perecederos se gestiona correctamente y se va incorporando a nuestro consumo habitual unos meses antes de que vaya saliendo de su vida útil recomendada (de ahí la función esencial del cuaderno de inventario) el coste que nos habrá supuesto en realidad será de 65 euros, 5 céntimos de euro/día. Hablamos siempre de una estimación aproximativa sobre cual sería el coste real para nosotros de preparar una tal despensa de autoprotección familiar.
- El segundo factor de corrección, en este caso en sentido contrario, es que algunos productos como pastas, arroces, o garrafas de aceite de oliva no tendrá un consumo preferente de 4 años, sino de en torno a 2, es decir una parte de en torno a 1/3 de esos 500 euros deberá ser renovado a mitad de camino.
Son íntegramente incorporables a nuestro consumo con lo cual en dicha opción se mantiene la estimación del coste de 5 céntimos día de esa seguridad alimentaria. Pero si n es así y se opta por la donación integral de todo el precio de amortización total superaría los 40 céntimos día en vez de los 34.
A continuación os detallaremos la composición de esa despensa familiar de resiliencia ante las grandes emergencias, e ilustraremos algunos ejemplos con fotografías, la mayoría de ellas tomadas en un par de supermercados cualesquiera esta misma semana, incluida su fecha de consumo preferente, más cercana como podeis ver a los 5 años que a los 4 (mayor amortización, menor coste real de la compra).
¿Qué despensa de resiliencia familiar ante grandes emergencias preparar con esos 500 euros?
Partimos de dar por ya dicho la necesidad de que siempre y en todo caso se preparen al menos 300 litros de agua embotellada segura y directamente disponibles (unos 30-40 euros), además de medios de potabilización con alta capacidad, sencilla y fiable, como los life straw (sistema primario), y botellas de lejía de la expresamente apta para potabilización, con un par de goteros para su administración (sistema secundario). Todo esto será lo primero, y antes de nada de lo que sigue.
Dando por reiterado ello mismo, y en cuanto a la parte alimenticia propiamente dicha:
1- Legumbres en conserva (lentejas y garbanzos preferencia, fuerte aporte en calcio y hierro): 100 euros.
(En formatos preparados mejor, mejor protegidos, listos para el consumo con un mínimo de calor, suelen incorporar otros nutrientes, son platos más completos, etc, pero también son de valor los formatos brutos en cristal).

2- Pastas (preferencia, una parte al menos, fideos del menor grosor) arroz (preferencia integral), harina (preferencia integral): 100 euros
3- Hortalizas en conserva (tomate, espinacas, judías verdes, guisantes, alcachofas, zanahorias, pimientos, algunos cocteles para ensalda que incorporan también patata): 70 euros.


4- Conservas de pescado (preferencia azul: atún, caballa, sardinas, pero también mejillones) y también algo de conservas de carne (ternera, cerdo): 70 euros

5- Fruta en conserva en distintos formatos (incluido mermeladas): 50 euros
6- Aceite de oliva: 20 euros (contar también aporte del aceite de conservas de pescado que en ningún caso se desechará).
7- Sal y miel (también algo de azúcar): 20 euros
8- Pastillas de caldo (preferencia pescado, verduras), leche en polvo, tomate frito: 25 euros
9- Té (preferencia verde), café, formatos de cacao soluble, manzanilla, vinagre (preferencia de manzana): 25 euros
10- Especias en polvo (preferencia ajo, orégano, canela, pimienta) y levadura (confecciones): 20 euros.
(Nota: si se tiene albahaca/perejil/ajo plantado en el día a día en casa - muy pocas personas - tanto mejor, es de muy alto valor, pero aquí hablamos de mera compra de especia en polvo siempre y en todo caso).
Recordamos, igualmente, que llevamos varios años recomendando la práctica de la huerta urbana; y que los alimentos en conserva son bastante mejores de lo que se suele pensar (aunque siempre seran mejores los frescos). En todo caso, contando ya con esta tangible base, en caso de desencadenarse una gran emergencia mientras muchos otros empezasen con todo de cero (de tener esa opción), nosotros complementariamos en primer lugar alimentos frescos y verduras, así como ampliaríamos lo que pudiésemos en la forma que mejor resultase sin ponernos en peligro.
Así mismo, a diferencia del consumo en tiempo ordinario, ante una gran emergencia se trata de "asegurar calorías" (su disponibilidad), por lo que siempre preferiremos alimentos enteros a versiones "light" o "sin grasas".
Esta estimación es para una familia de cuatro-cinco miembros sin bebés (2 adultos dos-tres niños/adolescentes); en caso de bebés deberá adaptarse a sus propias necesidades.
Por último, nos referimos aquí únicamente a la reserva alimentaria, pero es imprescindible contar con medios y utensilios de cocina, sea cocina de gas (cerillas) solar, hornillo o sitio correctamente habilitado o como mejor corresponda.
Lo que es seguro es que, por ejemplo, hoy en día, una lata de conservas de buena calidad ronda 1,20-1,50 euros los 435 gramos y con una duración de en torno a 4 - 6 años su "consumo preferente" (2021 - 2023). En medio de un escenario de crisis y escasez determinado ese precio puede multiplicarse por mucho, o directamente dejar de estar accesible, pero la realidad es que hoy en día es realmente económico y accesible preparar una reserva familiar básica, empezando por las legumbres en primer lugar.
Otra adicional alternativa: plan de compra familiar escalonado, 50 euros extra todos los meses, 10 meses.
Realmente la opción más sencilla es dedicar no más de un par de fines de semana a este asunto, probar distintos productos alternativos, elegir el que nos guste y hacer la compra en la cantidad que precisemos. Se trata de un proyecto en familia en el que debería primar el diálogo y la colaboración, incluso con otros familiares o amigos.
En ocasiones y tal y como está la vida ello no será tan fácil, y una opción muy recomendable, y efectiva, es la compra escalonada, por ejemplo, 50 euros al mes durante 10 meses, 500 euros, recomendando de nuestra parte comenzar por las legumbres enlatadas.
Puedes seguir el mismo orden de compra que el orden expositivo de los numerales 1 a 10 anteriores. Ir cumpliendo 50 euros al mes, y seguir avanzando.
Así, Abril-Mayo 2017, iríamos a por los 100 euros de legumbres; junio-julio 2017 a por los 100 euros de pastas/arroces y harinas. Agosto 2017 iría para los primeros 50 euros de hortalizas, etc.
Si tu que nos lees optas por esto, y de verdad lo aplicas, empezando en este mes de Abril, en Enero 2018 estarás haciendo ya tu última compra.
Un Decálogo para la preparación de los suministros alimentarios de resiliencia familiar ante las grandes emergencias.
1- Tomaremos en cuenta, en primer lugar, y como auténtica línea roja, intolerancias alimentarias y alergias de los miembros del grupo familiar.
2- Siempre realizaremos una cata previa de cada tipo de alimentos que decidamos comprar. Mejor sentarse con 3-4 marcas de lentejas y probarlas en paralelo, antes de hacernos con 30-40 unidades "a ciegas" y luego llevarnos una "sorpresa".
3- Priorizaremos formatos familiares (grandes tamaños) frente a los pequeños, comparativamente mas caros, y ya que se adaptan mejor a un consumo "familiar".
4- Priorizaremos, si es posible, compra colectiva (por ejemplo, conjuntamente con otros familiares, amigos, compañeros) y si es posible en grandes superficies o incluso directamente de distribuidores cuando ello sea posible bajo una u otra fórmula. Sorprende en este sentido que hasta la fecha ni tan siquiera la incipiente comunidad prepper en España haya planteado en la práctica compras colectivas cooperativas de conservas.
5- Aprovecharemos, en todo caso, ofertas, códigos promocionales, etc. Hay que sacarle el máximo rendimiento a nuestros 500 euros, un par más de las conservas seleccionadas puede suponer un día más de comida por ese mismo precio.
6- Priorizaremos lata a cristal (aunque en algunas ocasiones no nos restará otro remedio que cristal). Nuestro suministros estarán más sólidamente protegidos en lata.
7- Examinaremos que el envase que compremos no presente golpes, abolladuras, agrietamientos ni otras roturas.
8- Llevaremos siempre actualizado un cuaderno inventario, que nos permita consultar rápidamente las fechas de consumo preferente/caducidad (si es posible también el número de balda o estantería donde han quedado ubicadas las unidades, esto es especialmente útil en caso de suministros de lugares seguros colectivos, y basta con un sencillo trozo de papel y celo que numere de manera visible cada estante). Otra opción puede ser "el número de caja" en vez de estantería. Nada que no pase antes por el cuaderno va a las estanterías. Os merecerá la pena.
9- Ubicaremos los suministros en nuestro lugar seguro familiar. En zona seca y fresca; cuantas menos variaciones estacionales y diurnas tenga su temperatura mejor, y más fácil será que pueda superar el consumo preferente en condiciones óptimas; un espacio como puede ser la típica despensa de pueblo (nunca, por ejemplo, en un lugar en el que tenga exposición directa al sol).
10- En el almacenaje protegeremos, siempre, nuestras latas y conservas respecto del entorno para evitar toda posible forma de contaminación sobrevenida (mucho más aún en el caso de los paquetes en plástico como los de arroz, o pasta) en forma que puede ser tan sencillo como agruparlas en cajas y precintarlas). Ello nos facilitará, además, la carga y transporte con mucha mas rapidez llegado el caso, al trabajar con cajas de múltiples unidades ya agrupadas, y no con unidades.
Hecho todo lo anterior bastará una revisión ocasional de que todo sigue bien, al menos una vez al año. Y, siempre, si se detectase abolladuras, supuraciones o signos anómalos, desechar automáticamente primando la seguridad.