Siempre hay posibilidad de supervivencia incluso ante el peor black swan, y el ELE al que ya sobrevi

Abordamos aquí otro concepto que debe quedar claro ante los fenómenos extremos de muy alto impacto y baja probabilidad (fenómenos HILF o "black swan") pero que ha dado lugar a no pocas afirmaciones apriorísticas y confusiones, y que, llegado el momento, podría llevar a actitudes autodestructivas del todo evitables.
El entendimiento de que realmente ante toda catástrofe "black swan" (cisne negro), incluso ante un "ELE" propiamente dicho (Evento a nivel de Extinción), siempre hay posibilidades de supervivencia, y siempre habrá quien tenga la opción de sobrevivir, y tu, tu familia, podeis estar entre ellos/as.
De hecho nuestra especie ya consiguió sobrevivir hace unos 75.000 años - cuando no habíamos inventado ni la rueda - a la peor de todas las catástrofes vividas por el hombre: la súper erupción de Toba, en Indonesia, un 8 en el índice de explosividad volcánica (el máximo de la tabla, definida como "apocalíptica"), y que con sus más de 2800 km cúbicos de ceniza desató un invierno volcánico global de varios años (entre 5 y 7 apuntan algunos estudios) con un fuerte descenso de temperaturas que llevó a la humanidad a lo que se ha denominado un "cuello de botella genético", eliminando buena parte de su diversidad genética al sólo sobrevivir en torno a 1000 a 10.000 individuos de una población estimada en 300.000 en todo el globo en aquel momento (una supervivencia inferior al 3%).

Es cierto que en aquel momento aquellos individuos, con sus ínfimos medios y tecnología (ya lo hemos dicho, "ni la rueda", que se data en torno al 3500-4000 a. C) estaban perfectamente adaptados a vivir en la naturaleza, per no a las repentinas condiciones, absolutamente distintas y radicales, que les sobrevinieron de la noche al día privándoles, precisamente, de buena parte de sus ya de por si precarias fuentes de alimentos (caza y recolección), y todo ello sin ningún tipo de formación ni planificación especial tampoco para encarar algo así (sin entender siquiera que no se trataba de ningún "Dios volcán" enojado ni nada similar), ni contar tampoco con nuestros amplios medios técnicos modernos actuales (amplia disponibilidad de conservas alimenticias de muy alto valor nutritivo a un extraordinario largo plazo de años, potabilización, filtros de partículas), ni con nuestra moderna medicina, nada...y aún así un 3% de ellos todavía lo consiguieron, y lo hicieron literalmente, con palos, piedras y refugiándose en cuevas naturales (o no estaríamos aquí ni nosotros escribiendo este post, ni tu leyéndolo).
¿Es planteable entonces ante el black swan planetario que sea, el que sea decimos, abandonarse a la locura y la muerte (el suicidio) simplemente llevados por el miedo y la pérdida de perspectiva ante algo así confrontados cara a cara con algo que volvería a cambiar profundamente nuestra historia y nuestra civilización?.
Nosotros creemos que en ningún caso.
Entendemos que, evidentemente, siempre estará la libertad de conciencia de quien confrontado ante una situación real extrema de "fin de su civilización u orden social" pueda optar por "ahorrarse" todo ese sufrimiento y subsiguiente lucha por la supervivencia, y no querer seguir viviendo más en un mundo distinto al que ha venido conociendo; pero aún desde ese respeto a la libertad de conciencia ajena nos parece un profundísimo error rendirse y renunciar a la vida ante una crisis que, por muy grave que sea, siempre quedará una esperanza de poder superar. Sobrevivir.
Porque incluso tomando aquí una tal referencia de Toba - y en su versión más extrema o worst case scenario (incluso discutida ésta última por algunas voces)-, es decir el peor absolutamente de todos los escenarios vividos por nuestra especie, y su incomparable mortandad, seguimos teniendo un 3% de supervivencia humana. Lo que hoy día serían unos 180 millones de supervivientes en todo el globo.
De modo que incluso si sólo un 3% de la humanidad sobreviviese ante lo peor que pudiésemos imaginar (y nunca más ha vuelto a ver el ser humano una tal situación tan absolutamente extrema como esa se compare con cualquier otra catástrofe que se compare), que nuestra propia familia, nuestra comunidad, esté en ese 3%, entre esos 180 millones de supervivientes en un globo arrasado.
No será fácil, pero a poco que hagamos nuestro punto de partida no será desde luego, palos y piedras. Podemos y debemos intentar estar entre esos 180 millones de supervivientes de otro "Toba".
Y es de eso de lo que os queremos dejar constancia en esta entrada: de que, racional y objetivamente, siempre hay opción de supervivencia por terrible que sea lo que enfrentemos.
De que todos podemos mejorar nuestras opciones activamente desde ya para, cuando menos, tener una base, un margen de maniobra para adaptarnos llegado el caso (la autoprotección no es un "absoluto", un "blanco o negro", sino que hay grados, y desde el momento que estamos revisando y mejorando con sentido nuestro botiquín de casa/coche, hasta llegar a la preparación de un lugar seguro de reagrupación familiar fuera de la ciudad correctamente abastecido hay muchos peldaños intermedios y lo importante es intentar ir subiendo esa escalera, adquiriendo conocimientos, destrezas, equipos, de muy alto valor en un cambio de situación pero hoy fácilmente accesibles.
No. El problema no es que una catástrofe inimaginable (e inexistente) vaya a acabar con el 100% de la población, hasta con el último de los seres humanos sin remisión, lo que no pasa, en realidad, de mero argumento hollywodiense para vender entradas (en modo alguno una situación de protección civil, lo sentimos pero ni las "ardillas mutantes voladoras" ni los "zombis" existen).
El problema real es que bajo tales falsos "argumentos" del "nada se puede hacer ante esto o lo otro mejor resignarnos", las bajas finales resultantes de una enorme catástrofe mundial sí imaginable y si plausible (con baja probabilidad) A o B puedan acabar siendo de un 5% , un 6% o un 10%... ello cuando podían haber resultado de varios puntos menos con una mayor implicación (sin excusas) con la autoprotección.
(Ilustración principal del artículo por César Mejías).